La artista portuguesa Ana Vidigal inaugura su cuarta exposición individual en la galería Espacio Mínimo, “Cuentáme del viento”. En ella podemos descubrir obras suyas de reciente creación, en las que la habitual carga de memoria que conforma y nutre su poética ha dejado paso a una reflexión sobre nuestro inquietante e incierto presente. Un desasosiego que la artista afronta desde un enunciado coincidente con el filósofo Jacques Rànciere: “La estética no es política por accidente, sino por esencia”.
En “Cuéntame del viento” podemos ver una instalación site specific de telas de gran formato a modo de banderas que, tomando prestado el título de un poema de Marguerite Yourcenar, “Pues hay sal en las lágrimas”, penden inmóviles, apropiándose de la totalidad del espacio. Inocentes personajes infantiles de cómic y fotografías ampliadas son los portadores sin duda de una simbología para la resiliencia. Junto a ellas vemos una serie de pinturas sobre lienzo e impresión digital en la que los vientos hacen su presencia a modo de contrapunto. Banderas y viento. La exposición concluye con un grupo de pinturas sobre papel en las que la materia pictórica se expande nerviosa y obstinada, cubriendo y embadurnando casi toda la superficie.
La exposición se puede visitar en Espacio Mínimo desde el 1 de febrero hasta el 29 de marzo.